Si es que a veces nos complicamos la vida de mala manera con las cosas y no es necesario, en ocasiones lo mejor para nosotros puede ser lo más sencillo. Por ejemplo, hablando de vinos, hay que reconocer que muchos de nosotros no entendemos demasiado de tipos de uva, años de buena cosecha, aromas... es decir, que no somos expertos catadores y lo que queremos en un vino es básicamente que nos guste.
Es cierto que hay marcas que ya conocemos y que sabemos que suelen ser garantía de buena calidad, pero cuando se trata de elegir un vino nuevo para probar, innovar y sorprender no hace falta que nos compliquemos. 'Blanco y en botella' no puede ser una elección más obvia y simple, fácil de elegir, sorprendente por su nombre, con una bonita etiqueta inspirada en el menos es más y como además lo he probado este fin de semana os puedo asegurar que está muy rico.
Hace varios días que lo tengo en casa y ya me enamoró inicialmente por su nombre y su botella, pero no os quería hablar de él hasta probarlo, finalmente este sábado tuve ocasión de maridarlo con un buen pescado de las rías gallegas y me gustó no solo a mi, sino también a los que lo probaron conmigo. No voy a entrar en detalles de su color, su aroma y su sabor, porque como ya os dije antes no soy experta, pero el caso es que marida bien con una buena comida y eso es lo importante.
Precisamente ese es el lema de este vino, las cosas claras, fuera complicaciones y que no te den las uvas eligiendo el vino, pruébalo y si te gusta y está bueno, eso es lo que importa. A qué sabe, a qué huele o a qué te recuerda, es algo muy personal, lo que cuenta es que inspire, cree y acompañe buenas sensaciones, pero a cada uno las suyas.
Más información | Pernod Ricard
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