Entre tanto revival de coches clásicos, todos teníamos en mente algún icónico modelo que aún estaba por resucitar. Y, si hay un vehículo particular y perfecto para la ciudad (con permiso del Smart, claro) ese sería el Isetta de BMW.
Si había un concepto curioso y a la vez práctico, ese era el del Isetta (todos tenemos la imagen de Steve Urkel saliendo por su puerta frontal grabada en nuestras mentes, ¿no?). Y eso que lo hacía tan práctico en su día, quizás lo hacía menos adecuado para su vuelta ahora, 60 años más tarde. Por eso hacía falta darle una vuelta al concepto, que es exactamente lo que han hecho en la firma suiza Micro Mobility Systems con su Microlino.
Ese “Micro” de su nombre ya nos da una pista, porque no hablamos de un coche al uso, sino de un micro coche o micro car, como prefiráis llamar a los que en mi pueblo se conocen como “sin huevos” (de sacarse el carnet). Y, aunque aún no es algo seguro, posiblemente este Microlino se pueda conducir sin carnet gracias a sus escasos 400 kilos.
Pero aunque su inspiración sea un clásico, el Microlino es un coche(cito) de lo más moderno, porque a su vocación de vehículo urbano ágil hay que sumar su otra vocación, la ecológica: es un coche 100 por 100 eléctrico.
Ofrece una autonomía de unos 100 a 120 kilómetros y una velocidad máxima de unos 100 kilómetros por hora, lo que, sumado a su reducido tamaño lo convierte en la alternativa perfecta para circular por ciudad en lugar de ir sobre una moto: los días de lluvia ya no te pondrán de mal humor.
Si ya te estás viendo montado en un encantador huevo de estos, decirte que toca esperar un poco más, hasta 2018, y que para hacerlo habrá que pasar por caja con unos 9000 a 13500 dólares, aunque de aquí a que este moderno Isetta se ponga a circular, habrá que ver si su precio aproximado se mantiene o no. Lo que está claro es que no habrá quién no vuelva la vista al verte pasar en él.
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