Muchos proyectos que se han emprendido a lo largo de la historia nacen de una necesidad. En algunos casos, la necesidad es algo básico: tengo frío, necesito un buen abrigo. Otras veces, cuando ya tenemos las necesidades básicas cubiertas aparecen otras menos vitales. Entendiendo esto como que no te vas a morir si no cubres esa necesidad pero te puede hacer la vida más agradable.
Lo que necesitaba David, el creador de Diamond Candles, era algo donde guardar el anillo de compromiso que le había comprado a Brenda, su futura esposa. Ya que por lo visto debió ir a la única joyería del mundo donde no te dan una cajita cuando compras un anillo. ¿Cuál era una de las cosas favoritas de Brenda? Las velas aromáticas. De modo que metió el anillo dentro de una vela y se la regaló a Brenda. Así nació Diamond Candles. Y os explico un poco de qué va todo porque me parece que el furor de estas velas es inversamente proporcional a lo que llevan dentro.
No estaría hablando de algo como Diamond Candles si no estuviese tan sorprendida sobre cómo este negocio está teniendo tanto éxito. Y me gustaría teorizar un poco sobre ello porque me parece una explicación interesante sobre cómo somos los seres humanos. En Diamond Candles venden velas con diamantes dentro: no vas a saber si el "diamante" que hay dentro cuesta entre 10 y 20 dólares o cuesta más de 5000 hasta que le regales la vela a alguien, esperes pacientemente unas horas a que se consuma y descubras la sorpresa. Es como el huevo kinder de los adultos.
Como habréis adivinado, la mayoría de las velas contienen más bien baratijas y muy pocos diamantes de 5000 dólares, porque David y Brenda no son completamente idiotas y están sacando este negocio adelante ganando muchos beneficios. Eso sí, la publicidad de las velas se centra casi siempre en el hecho de que puedes conseguir un anillo de 5000 dólares, como ya he dicho, no son idiotas. Las velas cuestan alrededor de 25 dólares y siempre vienen con sorpresa dentro. Hay "velas de la amistad" pero también "velas del amor" y hay quien está comprando estas velas para pedir matrimonio, sin más rodeos, dejando una decisión tan importante a la suerte o al azar.
Tampoco vas a saber nunca si el anillo es de tu talla, si va a ser bonito o una monstruosidad, ¿entonces? Diamond Candles está triunfando por el factor sorpresa, según mi punto de vista, ¿no os ha pasado la mañana de Navidad que a veces es el mejor el momento de abrir los regalos que los regalos en sí? Esa expectación, ese no saber que habrá dentro a menudo crea más ilusiones que lo que realmente hay dentro. Es como cuando comprabas un paquete de cromos cuando eras niño, sabías que el cromo que te faltaba para completar tu colección, ese cromo que casi nadie tenía, probablemente no iba a estar en tu sobrecito pero, ¿y si estaba? ¿Y si está el anillo de 5000 dólares?
En la página web de Diamond Candles aparecen hasta 1245 reviews de una de las velas, la gente sube como loca lo que les ha tocado dentro en Instagram, tienen un montón de followers en Twitter y en Facebook, cada publicación, tiene un montón de comentarios. Quizás las velas con diamante dentro están triunfando porque juegan con el factor de la inocencia y de la sorpresa. Estás comprando un objeto bonito (una vela) y no sabes lo que habrá dentro. No es como otras páginas en las que sabes, aunque compres a 15.000 kilómetros de distancia, exactamente qué estás comprando y todos los detalles del producto.
El negocio está en plena expansión: pronto empezarán a enviar producto a Canadá y quizás más adelante lo traigan a Europa, aunque aquí no está tan extendido eso del "anillo de compromiso" como en América del Norte. Es un negocio, cuanto menos, curioso, ¿qué opináis?
Sitio Oficial | Diamond Candles En Trendencias Lifestyle | Velas Kobo, date un capricho para tus sentidos este San Valentín