Desde bien pequeña me han ido inculcando el lavarme cada día los dientes por la mañana, la noche y después de cada comida. Y aunque no soy de las que siempre lleva el cepillo de dientes en el bolso, la verdad es que soy bastante impoluta en este sentido (of course). Pero desde que descubrí los dentífricos Marvis, el ir a lavarse los dientes se ha convertido en todo un ritual. Sí, lo confieso, soy de las que se fija en el exterior antes de atreverse a probar y este firma me llamó desde el minuto 0.
¿Qué es ese estuche tan molón y tan vintage? Casi tiro el carro de la compra al toparme con una caja verde y plateada en la sección de limpieza bucal del supermercado. Y allí estaba: un tubo estilo vintage que más bien parecía un tubo de pinturas acrílicas. Así que no dudé ni un solo momento en llevármelo a casa. Se trata de Marvis, un firma originaria de Florencia que apuesta por dar un packaging atrevido a este producto tan necesario para el día a día y tan de toda la vida. Su publicidad es molona: usan su logo como estampita de coche para anunciar que protege, y se convierte en unos espaguettis caseros para mostrar que es pasta de toda la vida.
Sí, sus anuncios son atrevidos así como sus gustos: encontramos desde menta a canela, pasando por jazmín mentolado y terminando por jengibre mentolado. ¿Te atreves?
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