A mi se me conquista por el estómago, y con un plato de pasta me tienes robado el corazón. Así de fácil y simple, y más cuando el plato viene junto a productos molones con divertidos packagings. ¿Un ejemplo de ello? Kraken, unos espaguetis con tinta de calamar. El nombre hace referencia a esa criatura fantástica que proviene de algunas leyendas escandinavas que relata la vida de un monstruo marino gigante con muchos tentáculos.
El caso es que vemos una clara relación entre su nombre (Kraken) y la tinta del calamar (convertida en pasta). Bajo el diseño del canadiense Jacques Laplante, este envase contiene tallarines en tinta y, como no podía ser de otro modo, el paquete viene en forma de un divertido (y nada temido) calamar. Un gran ojo y una ventana transparente que nos deja ver el producto capta nuestra atención.
Una original manera de presentar un producto de toda la vida pero cone se toque actual y distinto. ¿Qué os parece?
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