En vacaciones siéntete como un rey alojándote en un castillo como el Hotel Castell D’Empordà
A estas alturas el que no tiene aún comprados los billetes de avión, está ultimando detalles para planificar las próximas vacaciones, porque el buen tiempo acompaña y ya falta menos. Hoy os traigo una propuesta de destino, para que los que aún estáis buscando algo diferente y original os podáis sentir como reyes. En lo alto de la montaña que corona La Bisbal d’Empordà en plena Costa Brava, hay una antigua fortaleza medieval convertida en 1999 en un fantástico hotel de 4 estrellas: El Hotel Castell D’Empordà.
Claramente es una opción ideal como refugio romántico y cuenta con 38 habitaciones, jardines, terrazas, piscina y una sala muy especial, la sala Napoleón. Además es también destino ideal para amantes de la cultura, porque el edificio alberga restos románicos de la edificación gótica del siglo XIV y una torre barroca del XVI. El documento más antiguo en el que se cita el castillo está fechado el 18 de marzo de 1301. En 1413 la familia Margarit adquiere el castillo mediante un pacto matrimonial. En 1973 el artista Salvador Dalí intentó comprar el castillo como regalo para Gala a cambio de obras de arte, pero su propuesta fue denegada.
Después de estar abandonado durante más de 18 años, el castillo continuó escribiendo páginas en su historia gracias al empresario Albert Diks y su mujer Margo que lo compraron en ruinas en 1999 para convertirlo en el hotel que es hoy en día. El castillo tiene además un entorno maravilloso, rodeado de olivares mediterráneos y un bosque de encinas centenarias.
Otro punto a su favor es su restaurante, en él, el chef Romain Valicon deleita con sus especialidades de cocina mediterránea actual y de mercado, elaborada con productos frescos del huerto y de granjas y puertos de la zona. Así que la buena experiencia gastronómica está también garantizada.
Para eventos y demás, el hotel Castell d’Empordà dispone de cuatro salas que combinan la decoración característica del castillo y detalles de época con una tecnología de vanguardia. La sala Columbus, con tres grandes ventanales con vistas al campo de olivos, la sala La Cova, una sala abovedada de piedra del castillo original, la Terraza del Drac, una fantástica terraza con vistas a la plana del Empordà y el secreto mejor guardado la Sala Napoleón, una sala llena de historia, mapas, pinturas y el tesoro del castillo, la maqueta a escala de la Batalla de Waterloo más grande de Europa, 18 metros cuadrados de maqueta, con 3.000 soldaditos pintados a mano. ¡Ahí es nada!
Por último, pero no menos importante, comentar que el hotel cuenta con varios tipos de habitaciones, que suman un total 38. Hay 8 Habitaciones Castillo, construidas con materiales tradicionales y cuya decoración combina con un incomparable gusto la historia española con exquisitos materiales de todas las partes del mundo. Una Suite Pere Margarit, la suite del Castillo con una sala d’estar clásica y muy especial.
También hay 8 Suites Jardín, habitaciones de estilo más contemporáneo con una superficie de 58 metros cuadrados divididas en un romántico dormitorio y una acogedora sala de estar. En ellas el amplio cuarto de baño se inspira en el “hammam” oriental. Además 18 habitaciones Jardín, situadas en la parte baja del jardín que conforma la finca del Castell d’Empordà. Estas son las más sencillas, habitaciones de estilo contemporáneo con un toque tradicional que combinan el confort moderno con elementos clásicos. Y por último están las 3 habitaciones Torre, con unas vistas fantásticas del Empordà y una terraza privada.
Una de esas habitaciones Torre, creo que es la que me pido yo. Y vosotros, ¿cuál os pedís?
Más información | Hotel Castell D’Empordà
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