Ellie Goulding está en plena forma. No hay duda. Tras su excepcional debut, Lights (reeditado como Bright Lights) ya se metió a público y crítica en el bolsillo, aunque su reciente segundo intento, Halcyon, en el que ya la teníamos con su renovado look y decantándose por temas pop plenamente arropados por la electrónica que tan de moda esta estos días, terminó de redondear la jugada y hacerse una figura imprescindible del pop mainstream actual.
Pop mainstream, un término que quizás no merezca ya que, su característica voz y sus cuidadas producciones hacen de su música algo mucho más interesante que lo que nos ofrecen otras integrantes del star system que mejor ni nombramos.
Tema a tema, nos ha ido conquistando (a mí el primero), con canciones como ‘Lights’ o versiones más íntimas como la que hizo del clásico ‘Your Song’ de Elton John, luego llegó la hora de desmelenarse en la pista de baile, con temazos como ‘Figure 8’ o su colaboración con Calvin Harris en ‘I Need Your Love’, que seguramente se seguirá escuchando bastante este verano.
Y aunque su ex novio Skrillex podría haberla catapultado a lo más alto produciendo su último disco, ella ha preferido elegir a otros de “menor talla mediática”, dejando el dubstep desenfrenado de su expareja para tan sólo un par de colaboraciones, como ‘Summit’ y ‘Bittersweet’.
El caso es que Ellie se las apaña bastante bien, a la hora de cantar sus propios temas y a la hora de hacer versiones, como demuestra ahora, tirando de Alt-J, uno de los proyectos que más ruido y hype han dado últimamente y que, no en vano se hacían con un Mercury Prize el año pasado. De ellos ha elegido ‘Tesellate’, uno de sus temas emblemáticos y el resultado ha sido este:
Como véis y escucháis, Ellie es capaz de moverse como pez en el agua en el estilo que le da la gana. Lo mismo dan temas íntimos, acústicos, sin apenas instrumentación, que electrónicos repletos de beats, bajos y sintes para hacerse la dueña de la pista. Pero además, también tiene un lado lleno de clase, como demuestra esta revisión de ‘Tesellate’, tanto sonoramente, con ese cálido y embriagador ambiente que envuelve todo el tema, como con el vídeo, dirigido por Ben Newbury, en blanco y negro, ambientado en París y, cómo no, titulado Une Nuit À Paris. Más bohemio imposible.