Se han hecho de rogar, pero ya los tenemos aquí. Dan Auerbach y Patrick Carney ya están de vuelta y con un disco nuevo bajo el brazo, no sólo con la producción de lo nuevo de Lana del Rey y otros sucedáneos.
Turn Blue es lo nuevo de The Black Keys, y no hace falta que os diga que había ganas; muchas ganas, ¿no?
Porque han pasado tres años desde que nos conquistaran con temas como ‘Gold On The Ceiling’ o ‘Lonely Boy’, temas con los que muchos los conocieron, a pesar de tener por entonces otros 6 álbumes ya a sus espaldas, incluidos en su e´pico, enorme, grandísimo, y todas las palabras grandilocuentes que queráis añadir, El Camino.
Y desde ayer tenemos a nuestra disposición Turn Blue, el octavo disco de los de Ohio, con el que vuelven dispuestos sobre todo a sorprender. Porque serán muchos los que se lleven una sorpresa con este nuevo disco, e incluso puede que sea una decepción lo que tengan, pero dos genios como Carney y Auerbach son también dos inconformistas y no quieren encasillamientos, así que han decidido hacer algo diferente en su nuevo trabajo.
Por eso, no sólo de blues y rock han llenado los once cortes que componen este disco. También han decidido pasearse por estilos que les son más ajenos, como el prog rock más pinkfloydiano o se han permitido incluso algún toque más comercial; que para eso en la producción está implicado Danger Mouse. Y la fórmula funciona, aunque no tengamos temazos como aquellos.
A cambio tenemos otros como ‘Fever’ o ‘Weight Of Love’, de esos que ganan con las escuchas y que nos descubren cosas nuevas en cada nuevo pase que les damos.
Muchos no estarán demasiado satisfechos con este Turn Blue que The Black Keys nos acaban de ofrecer, pero creedme, no es ningún traspiés. Dadle la oportunidad que se merece y os veréis recompensados como es debido.
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