Todos sabemos lo que pasa cuando uno hace una foto: parte de lo que vemos con los ojos se queda fuera de la instantánea, el sensor o la película no da para todo lo que abarca nuestra vista.
Por otro lado, todos los que, sobre todo, le damos a la música electrónica, sabemos perfectamente lo que es una “extended version”: una versión de una canción en la que el creador o productor de la misma da rienda suelta a todo lo que quiere expresar o con lo que nos quiere hacer bailar, y que las exigencias de hacer el tema apto para las emisoras de radio no le permiten, por cuestiones de tiempo o de estilo.
Y diréis, ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? Pues simple: hoy os traemos la “versión extendida” de algunas de las portadas de discos más famosas de la historia de la música; esas que no s muestra “lo que se quedó fuera” a la hora de disparar la instantánea con la que artistas de la talla de Michael Jackson o los Beatles nos entrarían antes por el ojo que por el oído.
Evidentemente, hablamos de recreaciones, no de que realmente esto estuviera en el estudio de algún fotógrafo antes de diseñar las correspondientes fotos, pero como, de diseño va la cosa y de paso, nos sirve para poner una nota de humor a una tarde gris y otoñal como la que se presenta, aquí tenéis la particular visión de la agencia de comunicación Apptitude de icónicos discos como el Nevermind de Nirvana o el Born In The USA del Boss, y otros no tan icónicos, como My World, de Justin Bieber.
En todo caso, da para esas risas que os prometía hace un momento.
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