En verano es un clásico que el final de la tarde comience con un refresco y acabe en un_ ¿y si os quedáis y pinchamos algo? Situación que se repite frecuentemente y para la que hay que estar “relativamente” preparado. Es por eso que en mi nevera nunca falta una masa dispuesta a ser usada como base de una tarta salada, como esta de hojaldre, gorgonzola, calabacín y nueces que he preparado en estos días.
Estas tartas saladas son muy socorridas pues con dos o tres ingredientes como en este caso, logramos combinaciones deliciosas y llenas de sabor. En esta ocasión he usado gorgonzola, queso italiano potente que combina a la perfección con el calabacín y las nueces, pero por supuesto que podéis utilizar cualquiera de vuestra elección que funda bien en el horno.
Ingredientes para cuatro personas
- 1 lámina de hojaldre refrigerado, 120 g de queso gorgonzola, 1 calabacín mediano, 1 huevo batido, 20 g de nueces, 1 cucharada de miel, 15 ml de aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta.
Cómo hacer hojaldre de gorgonzola, calabacín y nueces
Comenzaremos precalentando el horno a 200 grados. Lavamos el calabacín y los cortamos con un cuchillo bien afilado o una mandolina longitudinalmente en rodajas finas.
Extendemos la lámina de hojaldre en una bandeja de horno forrada con papel de horno. Le marcamos con un cuchillo un borde en forma de marco como de 1,5 centímetros. Pinchamos con un tenedor el resto de la base para que no hinche al cocerse.
Extendemos el queso gorgonzola, colocamos las láminas de calabacín y añadimos sal, pimienta y el aceite de oliva virgen extra por encima. Pintamos con huevo batido el marco exterior de hojaldre que queda sin relleno y horneamos durante veinte minutos.
Cuando pase el tiempo espolvoreamos la superficie de la tarta con las nueces y dejamos cinco minutos al horno más. Nada más sacar la tarta del horno le añadimos la miel de forma irregular y servimos rápidamente.
Tiempo de elaboración | 30 minutos Dificultad | Fácil
Degustación
El hojaldre de gorgonzola, calabacín y nueces creo que os encantará con su mezcla de sabores. Sin duda os recomiendo que aunque no seáis muy fans de la miel lo probéis así, pues la combinación del queso gorgonzola fundido con ella resulta una mezcla de lo más interesante.
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