Como mucho de vosotros ya sabéis, la calle Velázquez es una de las más concurridas de Madrid. En ella precisamente se encuentra Pinch-Arte/Velázquez 128, que de un tiempo a esta parte se ha convertido en lugar de encuentro para amantes de la buena mesa. Es un multiespacio gastronómico en el que saborear lo mejor de los productos de temporada, frescos y variados.
Recientemente el local se ha reformado para convertirse en un espacio multifunción, amplio y cómodo. El local se divide en dos plantas que engloban un total de tres ambientes: barra, salón y coctelería. De ese modo se puede disfrutar de él a cualquier hora del día desde el desayuno hasta las copas de después de la cena.
Si empezamos nuestro recorrido al local por la planta baja, allí encontraremos la barra Pinch-Arte que dispone de cómodas mesas altas pensadas para un picoteo más informal y que ofrece gran variedad de pintxos, especialmente a la hora del aperitivo.
Subiendo, en la primera planta, se encuentra el restaurante Velázquez 128, con un comedor más cálido y acogedor y una decoración elegante y funcional en la que predominan los tonos grises y rojos. Sin duda es el lugar perfecto para disfrutar de los platos de una forma más íntima y relajada.
Además el local, para que desconectemos de la rutina o para que tomemos una copa con los amigos, dispone de un espacio de coctelería decorado con originales sillones de patchwork, que son ideales para que nos relajemos y disfrutemos cómodamente de un combinado o un cóctel.
La verdad es que me he visto todas las fotos de la carta y una de las cosas que más hambre me da dado es el desayuno, yo diría casi brunch, que podéis ver en la foto bajo estas líneas, a base de tortilla española, pan, zumo y café con leche. Apetecible, ¿verdad?... Pues en la carta hay mucho más donde elegir.
Si hay algo que debemos destacar de su carta, es la calidad y exclusividad de la materia prima. Los platos hacen sendos guiños a las gastronomías asiática y peruana, y en ellos se fusionan sabores consiguiendo un resultado fresco y sorprendente. Entre sus especialidades están los pescados salvajes y las carnes de raza.
En general el punto de partida de sus propuestas, es una base tradicional a la que se aporta un toque actual y muchas veces exótico, por ejemplo mezclando con determinados ingredientes, como Wasabi o Sriracha.
El Chef, Carlos del Portillo, al que podéis ver en la imagen sobre estas líneas sugiere algunos de los platos que no os debéis perder si vais a comer o a cenar al establecimiento. Para empezar una ensalada de bogavante gallego con tobiko, mahonesa wasabi y flores o unas habitas estofadas con jamón, hongos, brotes y filamentos de Cayena.
Como plato fuerte un tartar a cuchillo de lomo de atún rojo con aguacate, cilantro y punto de Sriracha o un pescado salvaje de temporada. Y de postre chocolate Guanaja Grand Crus en ganache con tierra de pan de miel.
Y una buena comida hay que maridarla con el vino apropiado que podremos elegir en su amplia carta llena de referentes del mercado enológico. Además de denominaciones de origen de las más conocidas tienen también su propio vino 'Sánchez Carrascal', elaborado por el enólogo Isaac Fernández Montaña dentro de la Denominación de Origen Ribera del Duero.
Por si os ha gustado el plan propuesto os cuento que el precio medio por persona es de unos 35 euros y en cuanto al horario el restaurante está abierto de 13:30h a 16h y de 21h a 23:30h de lunes a sábados. En cuanto a la barra, podéis disfrutarla de 8h a 00.00h de lunes a miércoles, de 8h a 2 h los jueves y los viernes y de 12h a 2h los sábados. Y dispone de terraza, dato importante ahora que se acerca el verano.
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