Soy de las que se empeña en afirmar que el físico no importa, pero también reconozco que es lo que primero nos entra por la vista así que la primera impresión siempre es importante. Y esto no se aplica tan sólo a las personas: los restaurantes, hoteles y destinos tienen que tener una apariencia bonita y deseosa para que al final acabemos picando. Y parece que Carles Abellán, pues acaba de abrir un restaurante en pleno Raval de Barcelona donde su diseño (así como los platos que sirven) son de lo más suculentos. Os presentamos Suculent, un lugar que te va a enamorar a primera vista.
Una antigua bodega del Raval se ha transformado en uno de los restaurantes más cool del momento en la ciudad condal, y todo de la mano del joven cocinero Antonio Romero (El Bulli, Arzak). Platos tradicionales de toda la vida pero adaptados a la actualidad con nuevas técnicas, lo que su nombre le viene como anillo al dedo. Y es que todos los manjares que nos ofrecen son suculentos.
Entre su carta (diseñada por Comité) nos encontramos con un buen plato de judías con papada y huevo, albóndigas de butifarra y sepia, macarrones Leonor (¡los quiero probar a la de ya!) o bacalao al pilpil.
En verano este lugar se convierte en un oasis dentro de la ciudad, pues dispone de una pequeña trastienda que da a un patio y que funciona como privado, o si lo preferimos podemos disfrutar de sus platos en su agradable terraza que da a la rambla.
Por si tu apetito es escaso en estos días donde el calor azota a todas horas, puedes pedir aperitivos, tapas y bocadillos.
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