Vuelve el plato combinado reinventado con mucho estilo gracias a LOVNIS en Madrid

Ahora que se ha puesto tan de moda recuperar lo antiguo y poder lo tradicional en valor, es el momento de darle también el lugar que se merece al plato combinado. El que fue un gran invento hace ya varias décadas hay ido perdiendo un protagonismo que le hay que devolver. A mi me encanta picar un poco de todo, a un precio razonable y en un mismo plato, pero no quiero tener que renunciar a hacerlo de un modo cuqui y con estilo.

LOVNIS es el resultado de la apuesta que hacen Álvaro Castellanos e Iván Morales, impulsores de Taberna Arzábal, por ese elemento olvidado dentro del actual panorama gastronómico: el plato combinado. Su idea es la de reinventar este mítico formato y elevar su valor en un nuevo espacio, un homenaje al bar cafetería de hace años, a mi me suena muy bien y las fotos hablan por si solas.

En la carta se han replicado alguno de los platos combinados más clásicos: huevos fritos, chistorra, pimientos y patatas que a mi es ver la foto y se me hace la boca agua... Pero en su mayor parte se trata de aportaciones propias como el pollo picantón asado a la rotí con verduritas a la plancha y salsa romesco y también se incluirán platos asociados a productos de temporada.

Completan la carta otros platillos, generalmente un arroz, pasta, una carne o un pescado, a los que acompañar con otros sides de manera que cada comensal pueda personalizar su propio platillo combinado como mejor prefiera. Arroz tailandés, ensaladilla, bastones de calabacín o salmorejo son algunos ejemplos.

Lo sé, soy una friki, pero la imagen sobre estas líneas y otras muchas similares del local, me han enamorado. Me he quedado pillada un buen rato mirando, apuesto a que no soy la única, y he llegado a la conclusión de que no tienen ni pies ni cabeza... O los límites no están bien hechos o faltan signos menos en las exponenciales, hay elementos que desaparecen de la ecuación y las sumas son de dudoso resultado, pero total, casi nadie se va a dar cuenta y hay que reconocer que las 'recetas matemáticas' dan el pego.

Pero dejando a un lado las mates, otra cosa que mola mucho es la decoración del local. El espacio se divide en dos plantas, gran parte de la planta superior lo ocupará la barra, un espacio que en los locales de sello Arzábal acaba convirtiéndose en un lugar vivo y en continuo movimiento.

La decoración recuerda en algunos detalles al universo extraterreste que le da nombre –LOVNIS, que nace de la combinación de Ovni con Love. La vajilla nos traslada, en cambio, a una época anterior y también hay bandejas compartimentadas como de comedor de colegio, viejos platos Duralex y copas de metal conviven con otros objetos más innovadores como probetas... Una mezcla realmente curiosa.

Volviendo con la comida, también los postres tienen un aire retro incluyendo reediciones de algunos tan míticos para la generación de los Arzábal como el limón helado o la tarta Comtessa. LOVNIS abre en horario continuado, ofreciendo desde desayunos combinados que incluyen zumo natural, bollería francesa o plancha y café, hasta un ambiente animado después de la cena, con DJ y coctelería.

Yo desde luego, aunque solo sea por la curiosidad de ver como se combina todo esto en un mismo local, la próxima vez que vaya a Madrid allí que voy y apuesto a que me va a gustar, porque tiene muchas cosas que encajan con mi estilo.

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