Los servidores de Apple se han pasado el día echando humo. Y es que ha sido una de las keynotes más jugosas entre las que no tenían al iPhone como protagonista. A pesar de que el niño bonito de la casa de la manzana no ha chupado escenario esta vez, ha habido otro que ha salido por la puerta grande: el nuevo iMac.
Como ya sabéis, el iMac es el ordenador de sobremesa de Apple concentrado todo en la pantalla. Quizá uno de sus productos más característicos y, desde luego, uno de los caprichos más eficientes y de diseño más espectacular de cuantos hemos visto pulular por aquí. Pero ahora ha entrado en la vorágine de la marca por afinar sus productos: sus bordes son de 5 milímetros de grosor.
Su grosor máximo es un 40% menor que el de su antecesor, y ha convertido su diseño en una verdadera preciosidad. Sigue manteniendo sus dos opciones de tamaño de pantalla, 21,5 y 27 pulgadas, el segundo con mejores prestaciones a nivel de hardware como el procesador, que sube hasta los 2,9 GHz dentro de la gama Core i5 de cuatro núcleos.
El panorama gráfico también ha mejorado, con las nuevas tarjetas GeForce GT 650M de NVidia, y hasta 3 TB de almacenamiento en disco duro. Un equipo versátil, de potencia considerable y toda una belleza que poner encima del escritorio. Lo podéis comprar a partir de 1.579 euros, y estará disponible en el mes de diciembre.
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