Servir una copa de vino para realizar un brindis con estas copas puede llegar a sorprender a todos. Claro, dado que no se trata de un producto común sino de una serie de copas fabricadas con botellas de vidrio.
Sí, es que para la fabricación de éstas se ha utilizado la parte superior de diferentes botellas, apelando también a un corcho para evitar las pérdidas y para que oficie, también, de base de la copa.
De este modo pueden adquirirse diferentes modelos de acuerdo al formato y al color de la botella elegida: verdes, marrones, transparentes, más delgadas, más anchas, más altas o más bajas.
El producto se encuentra hecho a mano y, según explican sus fabricantes, los bordes han sido pulidos de modo que no signifiquen un riesgo para quienes deseen beber de ellas. Claro que le veo una pega... es que el sabor o el aroma del vino que se sirva primero quedará impregnado en el corcho. Dudo que los amantes del vino quieran, después, beber otra variedad ya "contaminada".