Me confieso una fanática de explotar burbujas de plástico. Sí, una terapia anti estrés, una por una hasta que no quede ninguna. Y sé que no soy la única... de seguro muchos coincidirán conmigo.
Pues alguien pensó en ello aplicado a las largas horas en la oficina, en las interminables reuniones y en esos minutos eternos hasta que el reloj marque la hora de regreso a casa. Es por ello que dio forma a este modelo conceptual que consiste en una corbata en cuya parte posterior se ha ubicado este plástico de burbujas para explotar.
De este modo existen tres variantes de plástico: transparente, negro y rojo con las burbujas en forma de corazón. Pero... ¿Qué sucede cuando se han explotado todas? Bueno, al menos de momento es un modelo conceptual y no podrán adquirirse en las tiendas.
Vía | No puedo creer Más información | Microworks