Odio esa frase, cuando alguien no se atreve a decirte a la cara que no le ha gustado nada tu trabajo y te suelta un "está bien, pero dale una vuelta". Prefiero que me digan directamente que les ha parecido una chapuza.
Algo así les ha debido pasar a los diseñadores Fernando y Humberto Campana (del brasileño Estudio Campana), alguien les dijo que dieran una vuelta al logo de Lacoste para la cuarta Holiday Collector's Series, se lo tomaron al pie de la letra y al pobre cocodrilo lo han mareado.
Inspirándose en su famosa Alligator Chair y en la manera que tienen los cocodrilos de agruparse durante la estación seca en su hábital natural, los diseñadores brasileños han creado esta curiosa edición limitada de tan sólo 20.000 polos que se ha puesto a la venta hoy mismo en todo el mundo.
Todo un clásico, el polo de Lacoste, revisitado, que causará una gran sorpresa entre los numerosos fans de la marca. Es cosa mía ¿o cada día se ven más? Yo, que hasta el momento no me he puesto ni un sólo cocodrilo, creo que mucho menos me atreveré con todos estos. Está disponible tanto para hombre como para mujer, en color blanco, por 130 euros y viene en una bolsa playera de raffia.
Más limitada (125 unidades) es la edición de estos otros dos modelos. Aquí los cocodrilos dicen que se agrupan inspirándose en las pequeñas islas fluviales Anavilhanas en la versión masculina del polo (1900 euros) y en las lianas de los árboles de la selva amazónica en la versión femenina (1250 euros). Será echándole mucha imaginación, claro que decir que en un modelo los reptiles forman círculos y en el otro líneas rectas queda demasiado vulgar como para justificar su precio exagerado.
Que nadie se quede con ganas de cocodrilos, por favor. Para ello los hermanos Campana han lanzado también la edición super-limitada que consta únicamente de doce unidades y en la que el polo se ha construido entrelazando entre si un montón de logos cocodrilos, más de 3000 cocodrilos verdes exactamente, nada más. Pobrecito el que los haya cosido.
Me consuela un poco saber que las dos versiones más limitadas (y por tanto más caras) de esta colección se han producido en colaboración con Coopa-Roca, una cooperativa de costureras de la favela de Rocinha (Rio de Janeiro) que está consiguiendo emplear a muchas de las mujeres de la zona ya que se han hecho su hueco en el mundo de la alta costura, colaborando con Karl Lagerfeld y hasta diseñando vestuario para Naomi Campbell. Todo sea por una buena causa.
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