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Lo mejor de esta tabla de cortar es que cuanto más sucia esté y más salpicada de sangre mejor, más auténtica. Aunque tampoco lo necesita, es una de esas ideas tan geniales con las que sobran las palabras.
Es un diseño de Antje Gerwien de la Universidad de Weimar y se trata de un encargo para la agencia ReVital, por lo que creo que no está a la venta. Al menos yo llevo dos días buscando donde podría hacerme con ella y no lo he conseguido. Una verdadera pena. Pero tranquilos, tampoco me voy a cortar las venas.
Una tabla sangrienta, casi casi de peli de terror, exlusivamente para cortar carne. Hasta que no consiga una para mi cocina no pienso parar.
Vía | Addgoodness Más Información | Universidad de Weimar
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