Con la llegada del otoño, parece que poco a poco los colores más frescos y vivos del verano se van alejando y se ven sustituídos por otros tonos más propios de la estación, como el violeta, el naranja, el gris o el tradicional negro. Sin embargo, este año vuelve a repetirse una tendencia que ya podemos considerar un clásico.
El nude no se pierde casi en ninguna estación, haga frío o calor. Y una de las maneras más chulas que hay de lucirlo es a través de estas bailarinas nude forradas de tela y fabricadas exclusivamente con materiales que no provienen de animales.
El color tiende a un beige super ponible, pero lo mejor es el detalle frontal, un pequeño lazo deshilachado cubierto con pequeñas piedrecitas brillantes lo bastante bien medidas como para que no recarguen el resultado. Y lo mejor va a ser que no os váis a poder resistir a su precio: tan sólo 22 euros más gastos de envío.