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El mundo reconstruido por los niños tiene un candor y un colorismo que nos llega a lo más profundo. Conseguir llevarlo al mundo real no es nada fácil.
Para darse cuenta, nada como valorar la sobresaliente "la silla de mamá" de Lucy Merchant. No basta con tomar los dibujos de tus hijos y modelarlos en material físico, sino que tienes que conseguir que sean estables y sean cómodos y tienes que diseñar la forma de poder fabricarlos en serie. A medio camino entre la ingeniería y la inocencia.
Vía | NotCot
Más Información | Lucy Merchant
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