A Apple se le pueden discutir y criticar muuuuchas cosas, pero lo cierto es que en cuestión de diseño puro y duro, pocas marcas de electrónica de consumo le pueden toser. No hay más que mirar la belleza del reciente MacBook, ese “lo es pero no lo parece” que es el Mac Pro, los nuevos teclados y trackpads o, cómo no, el Apple Watch.
Y precisamente, es de éste último del que toca hablar hoy, aunque no, no te lleves las manos a la cabeza si hace poco que has estrenado uno de los relojes inteligentes de la marca de la manzana mordida, que aún no toca renovación.
Se trata más bien de hablar de cómo Apple no deja ni un cabo suelto, ni un detalle al azar, y no ha querido que su pequeña y mimada criatura se quede sin una base de carga con un diseño digno de un gadget-complemento-de-moda que puede llegar a costar más de quince mil euros.
Se acabó lo de tener el reloj sobre la mesilla de noche con (más) cables de por medio todas las noches. Con la nueva base de carga para el Watch, podrás tener un elemento casi decorativo allá donde quieras… en blanco eso sí. O al menos por ahora.
Lo mejor de esta base de carga es que el Apple Watch se puede dejar simplemente sobre ella, abierto y en horizontal, o bien en posición vertical, algo ideal para los modelos con la correa metálica que no se llega a abrir completamente.
La tenéis desde ya, tanto en las Apple Store físicas como en la tienda online por el precio de 89 euros. Para lo que hace, barata, lo que se dice barata, no es que sea, pero, ¿es que acaso tu Apple Watch es un reloj barato?
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