La cosa está que arde en esto del mundo del transporte “alternativo”. De bicicletas eléctricas estamos cansados ya de hablar. El asombro que nos producía el Segway al principio está más que superado, y de patinetes los hemos visto con una rueda, y hasta voladores.
Parece que lo importante es moverse, como sea, excepto haciendo ejercicio, porque ahora, viene WalkCar para añadirse a la lista de aparatejos con los que no dar golpe. Y este es más bien de los inclasificables, aunque tiene un regusto a monopatín que no se lo aguanta nadie.
Lo cierto es que, cuando lo he visto, lo primero que he pensado es: un Magic Trackpad con ruedas. Y cuando lo he visto en funcionamiento, en el vídeo me ha quedado confirmado que, al menos estéticamente es eso.
La idea nos llega del país del Sol Naciente, y es básicamente un método de transporte unipersonal (no sirve para familias numerosas, como el 600), basado en una pequeña plataforma que cabe en un bolso o mochila, y que pesa menos de 3 kilos.
Alcanza los 10 kilómetros por hora, soporta hasta 120 kilos y recorre 12 kilómetros en total gracias a su batería de litio, que se carga en tres horas. Vamos, lo justo para ir al trabajo todos los días y poco más.
Para controlarlo, sólo hay que subirse en el WalkCar. Una vez sobre él, éste empieza a moverse automáticamente, parándose de la misma forma si nos bajamos o nos caemos. Las curvas se toman simplemente inclinando un poco el cuerpo. Y ya está, no hay más trucos.
Esta idea de la empresa nipona Cocoa Motors, como no podía ser de otra manera, es por ahora un proyecto destinado a Kickstarter a partir de este otoño. Su precio de salida son unos 100 mil yenes, que al cambio no llegan a 800 euros, y se espera que empiece a distribuirse a mediados del año que viene.
Seguramente será un éxito, sobre todo viniendo de Japón, país en el que ya sabemos que lo extravagante tiene mayores posibilidades de convertirse en un fenómeno que en cualquier otro lugar del mundo. Por aquí, ya veremos… si lo vemos.
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