Menuda semana me espera. Ale y Doutzen, mis amigas del alma, acaban de aterrizar en Barcelona con motivo de la pasarela de moda 080 Barcelona y me han pedido que las saque a pasear. Y claro, una no les puede decir que no... Ahí se demuestra la verdadera amistad. Así que me he puesto las pilas y les voy a hacer un recorrido por la ciudad condal para que se queden alucinadas de lo bonita que es esta ciudad (aunque no creo que duden de ello). ¿Nos acompañáis?
Mi puesta a punto
está claro que no puedo ponerme a su nivel en cuanto a tipazo, belleza y estatura pero ¡oye! una se ha de cuidar. Así que antes que coger el teléfono y quedar con ellas me las piro a la peluquería a que me peinen como nunca y a una sesión de chapa y pintura para que me deje monérrima. Ni el Photoshop sería capaz de crear las maravillas que se hacen en Hair Time.
¿Nos tomamos un brunch?
Para empezar me las llevo a tomar un brunch. está claro que con todo el lío de la semana han de cuidarse y todo pero, ¿a caso no han de comer? Por ello he de ir a un lugar cool, mono, estupendo y con una terraza divina rodeada de muchas flores. ¿Dónde ir? No me cabe ninguna duda, Federal Café es la mejor opción. Allí tomaremos su fabulosa Green Beans Salad, su Veggie Burguer o quizás su Salmon Papilot.
Es hora de quemar la Visa
Con el estómago lleno es hora de empezar a dar vueltas por la ciudad condal mientras entramos en sus fabulosas tiendas y dejamos que la locura nos invada. Sacamos la Visa y la machacamos como nunca entrando en cada una de las boutiques que hay por Paseo de Gracia: Jimmy Choo, Dolce & Gabbana, Prada y Saint Laurent. Aunque donde nos quedamos sin aliento admirando su colección de bolsos Céline y zapatos Christian Louboutin es en Santa Eulalia.
Mi estómago ruge como nunca
Con los pies destrozados y la tripa (de nuevo) vacía, nos encaminamos hacia Chez Cocó. Sus aires rococó son ideales para una reunión de amigas, mientras compartimos un delicioso Hummus y nos ponemos las botas con los huevos fritos con trufa.
¡Alegría al cuerpo!
Y para terminar la velada, ¿qué mejor que unas copas en un lugar fabuloso rodeadas de gente cool? Por eso no dudamos en acercarnos a Boca chica y bailar hasta altas horas de la madrugada.
Y con la cuenta corriente vacía, los pies molidos y el estómago más que lleno, me despido de ellas y les digo ¡hasta la próxima!
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